Las Tunas.- Para la ganadería vacuna de la provincia de Las Tunas, el huracán Melissa dejó más beneficios que afectaciones, pues las medidas que se adoptaron oportunamente garantizaron la vitalidad de los rebaños, sin lamentar pérdidas por ahogamientos en zonas bajas.
Al paso de ese fenómeno atmosférico se suman los aguaceros ocurridos en días recientes en todo el territorio, los que reverdecen los pastos naturales disponibles en los potreros, de cara al inicio del período seco, contemplado de noviembre a abril.
La siembra de plantas proteicas y forrajeras para la alimentación animal es otra oportunidad para los ganaderos, aunque todavía es una minoría la que se decide a plantar caña de azúcar, King Grass, morera, titonia y moringa, entre otras variedades.
El crecimiento de los pastos naturales o cultivados permite, además, reservar una parte para los meses con menos registro de precipitaciones, con lo que se dispondría de una base alimentaria tanto para los terneros y las vacas en reproducción como para la estabulación en centros de engorde.
Otra ventaja de las lluvias de las semanas precedentes es el beneficio de las presas y micropresas del sector agropecuario, que beneficiará la hidratación de los rebaños durante un largo tiempo, pues en su mayoría superan el 70 por ciento de capacidad.
Por último, se reporta la recuperación de ríos y arroyos, en los que luego se pueden hacer tranques. A eso se suma el mejoramiento del manto freático, por lo que hay más capacidad de extracción de agua mediante los molinos de viento disponibles en diferentes unidades productoras.



