En medio de una compleja situación de abastecimiento de agua que afecta a la cabecera municipal de Jobabo, el Consejo de Defensa Municipal evaluó con representantes de diversas áreas estratégicas del territorio la posibilidad de articular soluciones inmediatas y sostenibles para enfrentar la urgencia hídrica que compromete la calidad de vida de los casi 20 mil habitantes de la zona urbana.
En este espacio se abordó el problema desde múltiples ángulos, desde la infraestructura técnica hasta la logística de distribución, acceso a recursos, control y medidas de todo tipo que contribuyan a palear la situación.
El núcleo del debate giró en torno a la crisis de distribución de agua en los cuatro circuitos urbanos, aclarando que la situación del equipo de bombeo 440, actualmente inactivo, pero con potencial de reactivación está sumergido a unos 42 metros de profundidad hace alrededor de un año, y requiere una labor compleja para extraerlo. Sin embargo, lo consideran factible pues tiene una capacidad de 30 litros por segundo y 90 metros de carga, por lo que su puesta en marcha podría aliviar significativamente la presión sobre el sistema.
También se discutió la posibilidad de acceso a la zona de bombeo en Birama para una grúa extraiga la turbina que funcionó hasta hace unas semanas y de esta manera evaluar el estado real del equipo, que presenta un consumo anómalo de amperaje, significando que podría tener una solución en breve plazo en dependencia de la avería que tenga.
Atendiendo a esta situación y con escasas opciones, presentó un plan detallado de distribución por circuitos, utilizando pipas de unos 4 m³ para entregar 25 litros por persona, lo que implicaría unos 54 viajes para una primera vuelta, con la posibilidad de cubrir el área urbana en dos días si se activan al menos dos pozos.
El plan logístico también contempló el consumo de diésel y disponibilidad de los equipos de transporte, necesitándose cerca de 400 litros en total, y al mismo tiempo una rigurosa forma de chequeo para evitar el colapso de los pozos, trabajar con agilidad y lograr que se cubran todos los repartos.
Aunque la mayor parte de la distribución se hará directamente en recorrido por las calles, hay áreas que cuentas con reservorios comunitarios, de los cuales se identificaron en las argentinas, 20 en Urbano Este y apenas 2 certificados en otro sector urbano.
Valoraron como obstáculo la falta de un levantamiento actualizado de viviendas y la falta de acceso de la población a tanques y reservorios, lo cual limita la capacidad de respuesta y la propia autopreparación de los residentes para situaciones de este tipo. En este sentido se propuso la búsqueda de opciones que permitan la fabricación de tanques de cemento o plástico, aunque la escasez de cemento representa un obstáculo adicional. No obstante, se indicó revisar con entidades comercializadoras que puedan gestionar estos recursos en otros territorios donde exista disponibilidad de suministro.
Uno de los problemas más señalados fue el uso irregular de pipas particulares, que se llenan sin autorización y contribuyen a reducir los niveles de agua en el pozo que sirve de cargadero, por lo que se acordó listar todas las pipas y asignar vales de control, lo que ayudaría también a evitar ilegalidades que se dan con este servicio.
Entre las alternativas se propuso instalar tomas públicas en pozos comunitarios para facilitar el acceso directo de la población y gestionar recursos que sirvan para dotar a estos de un mejor acceso al agua.
Se mencionaron varios pozos alternativos en zonas como Vietnam, el reparto azucarero y fincas particulares, mientras se identificaron instituciones con sistemas de reservorios propios que podrían funcionar como puntos de abastecimiento a la comunidad.
Entre las decisiones tomadas destacan la realización de muestreos de agua, la identificación de pozos fértiles y la coordinación con presidentes de consejos populares para organizar la distribución.
La planta desalinizadora de El 12, señalaron, juega un papel crucial en la mejora de la calidad del agua, la cual debería comenzar a funcionar hoy mismo si se corrigen algunas fallas en el acceso al servicio eléctrico.
Se aclaró que es necesario el monitoreo de las fuentes de abasto para garantizar que cumplan con los parámetros establecidos, sobre todo que no tengan niveles elevados de nitritos, para lo cual programaron muestreos sistemáticos que iniciarán esta misma semana.
Al cierre, se enfatizó que, sin una inversión mayor en el sistema hidráulico de Jobabo, estas medidas serán solo paliativas, reconociéndose la urgencia de rehabilitar conductoras, mejorar y extender la red hidráulica, instalar nuevas bombas y asegurar una fuente de abasto estable.
La sesión concluyó con el compromiso de mantener una coordinación estrecha entre instituciones, consejos populares y organismos provinciales, con la meta de que ninguna comunidad se quede sin acceso al agua en los próximos días, mientras se buscan soluciones definitivas a una crisis que ya es crónica.