La Empresa de Comercio y Gastronomía de Jobabo, asesorada y supervisada por el Grupo Empresarial del Comercio en la provincia de Las Tunas, informa que lleva a cabo una investigación exhaustiva sobre los hechos ocurridos la semana pasada en uno de sus centros de elaboración, el conocido popularmente aquí como El Porcionador, donde más de 200 kilogramos de productos cárnicos y lácteos debieron ser incinerados por encontrarse en estado de deterioro.
Ante la gravedad del suceso, y reconociendo que, según sus propios procedimientos, pudo dársele un uso a los alimentos dentro del propio sistema de la gastronomía antes de que se echasen a perder, la dirección de la empresa conformó de inmediato una comisión de trabajo. Dicho grupo tiene la encomienda de compilar todos los elementos necesarios para determinar con precisión las causas y las responsabilidades individuales, con el objetivo de adoptar con rigor las medidas disciplinarias que correspondan.
Desde la dirección empresarial adelantaron que, si bien el incidente está relacionado con fallos en el sistema de refrigeración de la unidad –aspecto que también se revisa para su pronta solución–, la investigación preliminar apunta a una negligencia en la gestión administrativa. Los procedimientos establecen que productos de esta naturaleza deben revisarse de forma sistemática y, ante cualquier riesgo de deterioro, se deben activar vías alternativas para su utilización.
Entre las acciones preventivas que debieron ejecutarse, la empresa precisó que se encontraban la conservación en otro centro con capacidades, la elaboración en unidades adjuntas, el traslado a otras instalaciones gastronómicas –incluyendo los Sistemas de Atención a la Familia (SAF)– o la venta directa a la población. Subrayaron que lo fundamental que faltó fue la revisión constante de los surtidos y la aplicación ágil de estas medidas.
Asimismo, se destacó que en el centro se almacenaban productos retenidos de un decomiso, los cuales también pudieron tener un destino útil diferente a la destrucción previa autorización de los organismos correspondientes, lo que agrava las omisiones en la comunicación y la gestión de los recursos disponibles.
La Empresa de Comercio y Gastronomía de Jobabo aseguró que, una vez concluya el proceso investigativo y legal, y atendiendo a la gravedad de los hechos y el grado de implicación de los responsables, se darán a conocer públicamente las medidas disciplinarias y de responsabilidad que se apliquen, como muestra de la seriedad con que se asumen estos lamentables eventos.




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